sábado, 30 de julio de 2016

Hotel Playamaro

El hotel Playamaro






En pleno Julio traté de buscar en Nerja hospedaje a un precio de este mundo con tres días de antelación. Evidentemente, no lo encontré.




El turismo vuelve a hervir en España, el miedo se ha evaporado, las carteras vuelven a abrirse como las flores en primavera.


El hotel Playamaro


Sí encontré alojamiento en la pobación de Maro, a escasos kilomentros de Nerja. Maro es un rincón tranquilo, apacible, lejos del bullicio de Nerja. Venía perfecto para mi intención de practicar un poco de Kayak y de Snorkel por esas calas que el mar Mediterraneo nos ofrece.







El hotel Playamaro diriase que lo construyeron los fenicios. Su atmosfera anticuada se acentua al entrar a las habitaciones. Los armarios son de la época en que Hercules estaba por la península haciendo uno de sus famososo Trabajos. Dormitorios con menos ornamentación que unas barracas. Y la sorprendente presencia de una persiana bloqueada dentro de la habiración que parece querer tapar un fregadero (sí, suena raro, porque es raro)





Por contra, el baño estaba bastante limpio, la atención fue buena y las noches eran apacibles e invitaban al descanso.











La conclusión, en un buen sitio para aquellos que quieran hospedarse barato en un hotel, y todavía mantengan la dignidad de querer tener un baño privado. Una solución económica cuando la inflacción de los hospedajes en Nerja estan disparada.



y esto?


Un poco cutre, pero digno. Un poco viejo, pero funcional.

Papel higiénico en los pasillos y a la mano. Todo un detalle, aunque algo cutre



lunes, 25 de julio de 2016

Saludos

 Porque viajar es expandirse, es llenar nuestro baul vital de experiencias, de recuerdos, de cultura, de vivencias. Respirar otros aires, escuchar otros idiomas, imitar otras costrumbres, bañarse en otras aguas, ahondar otras gastronomías es un barniz para el espíritu, que lo hace brillar con la iridiscencia de la sabiduria, y lo protege de las inclemencias de la vida.


Aprendamos a valorar las bondades que el mundo nos ofrece. Resaltemos la sabia alianza entre el ser humano y la naturaleza. Luchemos contra la mediocridad de subsistir sin intentar conocer, sin buscar la excelencia en lo que se emprenda. Busquemos el arte en un plato de comida, busquemos la belleza en un día de lluvia, valoremos la profundidad de cada costumbre.